Nos pusimos el Apple Watch, y esto es lo que encontramos

El pasado viernes arrancó la preventa de uno de los dispositivos más esperados para este año, nos referimos al nuevo Apple Watch que llega a inaugurar una nueva categoría de producto en Apple, estrenándose por primera vez en el mundo de los wearables.

Aprovechando nuestra visita a San Antonio en Texas, acudimos a una Apple Store para conocer el dispositivo y jugar un poco con él para así conocer un poco de qué se trata, cómo funciona y qué es lo que nos ofrece en unas primeras impresiones. Así que en las siguientes líneas encontrarán parte de nuestra experiencia al ponernos un Apple Watch por primera vez.

El amor entra por la vista

Lo primero que salta a la vista al ver el Apple Watch es su diseño y los materiales, Apple no buscó traer un diseño clásico de reloj, al contrario, quiso mostrar un dispositivo que se viera y sintiera innovador sin parecer un reloj, ya que el solo hecho de traerlo en la muñeca hace ver que estamos ante un producto muy bien confeccionado.

Tuvimos oportunidad de probar la versión Sport de aluminio color gris con correa negra y la versión Steel en acero inoxidable color plata con la correa del mismo color, ambos se sienten muy bien, equipos sólidos y con materiales que a pesar de ser distintos se ven muy bien. El reloj en sí no es pesado, el material de las correas es de excelente calidad y se percibe duradero.

El cristal que recubre la pantalla de ambos modelos es distinta, la versión Sport posee vidrio Ion-X y la versión Steel viene con zafiro, y aquí la diferencia ya se percibe, ya que por ejemplo la versión Sport se ensucia fácilmente y cuesta un poco más de trabajo limpiarse, mientras que limpiar la versión Steel es muy sencilla de limpiar en una sola pasada.

La pantalla hace que parezca que estamos viendo un pequeño iPhone

Al encender el Apple Watch por primera vez veremos lo increíble que luce la pantalla, colores vivos, de verdad gran definición y resolución, brillo alto que hace que las animaciones luzcan increíbles y además un muy buen ángulo de visión que hará que el verlo desde cualquier posición no sea problema.

Lo que tal vez salte a la vista después de un tiempo es que la mayoría de las aplicaciones y menús se destacan por contar con un fondo negro, lo que hace que el contraste con la gran variedad de colores luzca grandioso y atractivo pero cansado después de un tiempo.

El sistema operativo bien, pero falta afinar detalles

Siguiendo con la parte de la pantalla veremos como el sistema operativo está bien hecho para mostrarse en la pantalla del Apple Watch, no hay cortes, todo cabe perfecto, los acercamientos son precisos y quedan ajustados para mostrar la información de manera correcta. Y aquí no podemos dejar de lado las comparaciones con Android Wear que sufre del mismo problema que tenía Android en un inicio, el adaptar su operativo a los distintos tamaños y resoluciones al que ahora se le suman pantallas redondas y cuadradas, pero bueno, Apple sólo se preocupa por un dispositivo y no por varios.

El poco tiempo que estuvimos usando el Apple Watch nos percatamos de que no estaba bien optimizado el software o bien, se trataba de una versión demo y la versión final resolverá esos fallos, y es que en muchas ocasiones las transiciones mostraban retrasos, congelamientos o aplicaciones vacías que necesitaban de presionar la corona para regresar al inicio.

Una curva de aprendizaje más lenta

Siguiendo con el punto anterior, el Apple Watch posee pantalla táctil con Force Touch, una corona que gira para desplazarnos por la información en pantalla que también sirve como botón y además un botón adicional que sirve para encender el dispositivo y es el acceso directo a nuestros contactos favoritos. Por esto muchas veces no sabemos cómo reaccionará el dispositivo a cierta acción, es complicado de usar y sin duda requerirá un buen rato de usarlo para aprender al cien todas las posibles combinaciones.

Un punto que también llama mucho la atención es el uso del del Force Touch, el cual no se sabe a ciencia cierta cómo funciona en el reloj, ya que el asesor que nos ayudaba con la explicación de las funciones nos decía que en ciertos menús podíamos apretar con mayor fuerza para realizar otra acción, pero la verdad es que ni el mismo asesor pudo demostrarlo y fuimos testigos de como en ocasiones el panel táctil no reaccionaba como debiera ni a una sencilla pulsación.

La corona, la mejor aliada del Apple Watch

Estamos muy acostumbrados al uso de dispositivos a través de pantallas táctiles, donde alguna función adicional podría venir, tal vez, a través de un botón, pero nada más, todo lo manejamos con nuestros dedos en pantalla. Pues en el Apple Watch tenemos una nueva dimensión de uso gracias a la corona, que en un inicio podría resultar extraño, pero una vez que nos acostumbramos incluso olvidaremos que podemos tocar la pantalla.

La corona gira para acercar elementos, desplazarnos por la información en pantalla y movernos por las diversas opciones, vamos, su uso y aplicaciones es algo que nunca antes se había visto en un reloj inteligente y es que la idea detrás de la corona es tocar cada vez menos la pantalla ya que al usar nuestros dedos en un espacio tan pequeño hará que tapemos gran parte de la información.

Sin duda el Apple Watch llega a un mercado que ya cuenta con opciones de relojes conectados con iOS, como Pebble, la apuesta de Alcatel o Android Wear si es que se cumplen los pronósticos y rumores, pero la realidad es que el Apple Watch cuenta con funciones nunca antes vistas y bien adaptadas a iOS, lamentablemente aún falta mucho por afinar ya que sin un iPhone prácticamente es inútil de usarse, así como los fallos en el software y en la respuesta táctil.

Habrá que esperar su llegada a nuestro país para realizar el respectivo análisis a fondo y ver si Apple ha logrado resolver estos detalles y de verdad se trata del dispositivo que vendrá a revolucionar el mundo de los smartwatches o simplemente será uno más en el mercado.