Estudiantes de Puebla a través de su empresa llamada Anxech han desarrollado un dispositivo que se acopla a los zapatos y cuyo objetivo es ayudar a que las personas ciegas puedan moverse sin problemas, tal como lo harían gracias a un bastón o un perro de servicio, el nombre de este ingenioso aparato es Ándalo.
Los estudiantes, guiados por Ricardo Mastachi Torres desean poner la tecnología al servicio de las personas, ya que su deseo es aportar con innovación y tecnología herramientas diseñadas para los sectores más desfavorecidos de la población. De hecho como parte de su investigación se entrevistaron con varias personas que tenían problemas visuales para saber qué es lo que necesitaban en un dispositivo que les ayudara a sortear las barreras con las que se enfrentan cada día.
La experiencia de un invidente les reveló que a pesar de utilizar el bastón era común toparse con objetos o bien caer en alcantarillas destapadas, así que sugirió hacer unos zapatos, los estudiantes a partir de esa idea resolvieron hacer un acoplamiento para calzado que pudiera medir los obstáculos y pudiera comunicarlos al usuario para evitarle accidentes.
En un principio se pensó que el dispositivo emitiera señales acústicas, pero descartaron esa idea porque el oído es uno de los sentidos que más utilizan los ciegos y débiles viuales, fue así como se eligió la vibración para alertar al usuario acerca de los objetos que pudieran golpearlo o bien de los agujeros que se encontrara en el camino.
En 2015 el trabajo desarrollado hasta ese momento se metió a la incubadora empresarial de la Ibero, ahí recibieron asesorías de mercadotecnia, finanzas y legal para consolidarse como equipo y buscar a más personas interesadas en aportar al proyecto.
Así que al final unieron sus talentso dos ingenieros mecatrónicos, una diseñadora idustrial, una diseñadora textil, una mercadóloga y una persona dedicada al área altruista que contactó a las personas que podrían necesitar estos dispositivos. En palabras de María Fernanda López, integrante del equipo:
“Nosotros queremos de verdad ver en un futuro cercano a personas ciegas que usen nuestro producto, que les esté funcionando y para eso lo que tendríamos que hacer nosotros mismos, por eso hicimos la empresa y así nació Anxech”
El primer prototipo fue probado en una pequeña ciega de nacimiento, se instalaron obstáculos en una calle y se le instó a la niñas para que caminara, el resultado fue muy bueno ya que no chocó con ninguno de los obstáculos que se habían colocado.
Este dispositivo consta de varias partes, una banda que va en los tobillos y contiene motores que vibran y una interfaz, también una banda en la rodilla con un sensor ultrasónico y una pinza de plástico que va en el pie con otro sensor ultrasónico, esto permite que los objetos se registren sin problema a una distancia de 1.05 metros, aproximadamente lo que cubre un bastón común.
Martín Mariscal otro de los integrantes del equipo refiere que el prototipo está diseñado para alertar al usuario en tres momentos: cuando hay un objeto lejos, cerca o hay un agujero, explica por qué:
“La razón de estas tres funciones es permitir una movilidad real, no le decimos las distancias precisas porque se tendría que estar deteniendo constantemente. De esta forma puede tener decisiones rápidas para saber a dónde dirigirse”.
En cuanto a los materiales con los que está diseñado, se encargaron de que no causaran irritación en la piel de los usuarios y además la tela utilizada tiene un tratamiento antibacteriano para que la piel se mantenga en buen estado de salud.
Si bien es cierto que ir de la idea al prototipo no ha sido fácil ni rápido, lo verdaderamente importante es que estos chicos tienen esperanza de lograr a través de la innovación tecnológica crear un mundo mejor, y creemos que Ándalo es solo el primero de muchos más pasos que darán a futuro.
Más información | Anxech
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