Películas de acción vemos todos los años, varias veces y con diferentes actores; algunas repitiendo la misma fórmula y otras alargando su vida tanto como le sea posible mientras generen ganancias, mientras que algunas (muy pocas) tratan de encontrar un giro diferente al género sin lograrlo por completo.
Sin embargo, no todo está perdido; de vez en cuando aparecen joyas que pasan desapercibidas por la mayoría y que al ser descubiertas, datan de una grata sorpresa a los que las encuentran. Un claro de este ejemplo es la incomprendida "John Wick", una película que pasó sin pena ni gloria durante su entreno, pero gracias al culto que ha creado en estos últimos años, se encuentra próxima de estrenar su segunda entrega.
John Wick es un hombre con apariencia común y corriente, pero lo conocemos justo cuando acaba de perder a su esposa, y todo lo que ella deja para él antes de partir es un pequeño y tierno cachorro. Este se convierte en un tótem para John que le hace recordar al amor de su vida, pero desafortunadamente, esto no dura mucho tiempo.
John cruza caminos con un joven que toma represalias en contra de él por no haber aceptado una oferta que le hizo; una noche en su casa sufre un robo, y durante el mismo, su pequeño cachorro no sale con vida. John no puede contener sus emociones y alguien tiene que pagar...
El formato de la historia poco aporta al género, sin embargo, puede resaltar gracias a sus personajes, su elegante simpleza, y lo bien logradas de sus escenas, hacen que John Wick sea una buena película de acción con una merecida secuela a estrenar el 24 de febrero.
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